Conforme se aproxima el año electoral, los partidos políticos realizan cambios estratégicos que buscan garantizar resultados para el 2018.
En el caso de Chiapas, el partido que ha tenido el mayor crecimiento en las dos últimas décadas es el Verde Ecologista, cuyo trabajo lo inició en la entidad el hoy gobernador Manuel Velasco Coello, quien en su momento se rodeó de un grupo pequeño de colaboradores y edificaron una estructura que les permitió encabezar la fórmula de alianza ganadora del proceso electoral del 2012.
Al inicio, pocos creían que un partido pequeño como el Verde Ecologista pudiera ganar por la vía electoral espacios en Chiapas. Quien sí lo creía y trabajó en ello, fue Velasco Coello, quien acompañado de gente de su plena confianza empezó a recorrer cada uno de los municipios chiapanecos.
Cuando nadie pensaba hasta dónde iba a crecer el Verde Ecologista, Manuel Velasco caminaba y recorría todos los puntos de la geografía de la entidad. Ahí fue haciendo nuevas amistades y se ganó la confianza de la gente, al grado que logró en el 2012 una votación inédita.
Uno de los pocos que estuvieron en todo momento a su lado fue Roberto Rubio, quien ha demostrado desde inicio de ese caminar servir sólo a un proyecto, el del Verde Ecologista que fundó Manuel Velasco Coello en Chiapas. Su lealtad al hoy mandatario, esfuerzo y compromiso lo llevaron a ser el Secretario Técnico del Gobierno del Estado, puesto que desempeña en la actualidad.
Rubio no sólo le guarda un amplio afecto al actual mandatario, sino también respeto. Con humildad ha sabido enfrentar los retos que una posición estratégica y tan deseada (como la Técnica) ameritan. Y a pesar de que por un momento se dudó de su continuidad en el cargo, derivado de un problema de salud, Roberto Rubio continúo trabajando con el mismo ímpetu que con el que se le veía recorriendo los municipios chiapanecos a lado del (ese entonces) diputado local Manuel Velasco.
Ahora que el Partido Verde tendrá que modificar su dirigencia, hay muchos nombres que se han escuchado. Sin embargo el único que garantiza lealtad real al proyecto del Verde en Chiapas, es Roberto Rubio, por lo que se espera que derivado de un acuerdo de unidad entre los propios militantes de ese partido, sea designado dirigente estatal.
Si el Verde opta por un personaje con la experiencia como Rubio, así como con el conocimiento de las amistades, compromisos y vínculos en cada rincón de la geografía chiapaneca con el proyecto de ese partido a nivel estatal, estará garantizando darle continuidad al proyecto que le ha dado tan buenos resultados a ese instituto político.
Eduardo Ramírez, dejará la dirigencia del Verde Ecologista fortalecida y por primera vez, desde su fundación, como la primera fuerza electoral de Chiapas. El proyecto que una vez soñó un joven, cuya genética esta cargada por genes de servicio y amor a Chiapas, es una realidad.
Todos los partidos políticos tienen un gran reto, llenar con unidad al 2018. Parece ser que el Verde Ecologista en Chiapas lo logrará. ¿Los demás lo podrán hacer?, la pregunta queda en el aire.