Señor presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, diputado Jorge Carlos Ramírez Marín; diputadas y diputados que integran la Mesa Directiva; señora y señores coordinadores parlamentarios; señoras y señores legisladores.
Comparezco en cumplimiento de lo dispuesto por nuestra Constitución, en el marco de la glosa del V Informe de Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto y del análisis del recién presentado Paquete Económico 2018.
Desde que presentamos el Paquete, el entorno ha cambiado. Embates de la naturaleza han dejado sentir su presencia causando graves daños. Los sismos y huracanes han fracturado familias y destruido patrimonios.
Ello nos plantea el reto de trabajar unidos para que puedan rehacer su vida los muchos mexicanos que hoy despiertan con esperanza, pero sin la certeza de lo que traerá consigo el día de mañana.
Como siempre que se nos presenta una adversidad, vemos hoy de pie al México generoso, solidario y comprometido que se une para superarla.
En medio del dolor, ha sido admirable ver de la mano a jóvenes y mayores, a mujeres y hombres, a soldados, marinos y policías, a médicos y enfermeras, a voluntarios y servidores públicos, a brigadas de CONAGUA y de CFE. Todos, con el propósito de salvar vidas y enfrentar juntos y en unidad, la emergencia, restablecer servicios básicos e iniciar la reconstrucción.
La solidaridad de la comunidad internacional y de los mexicanos que viven fuera, acreditan que son muchos los que tienen a México en el corazón.
Como en otras ocasiones, quisiera reiterar la disposición de acompañar el proceso de análisis de esta soberanía para darle al Paquete Económico pertinencia y vigencia en el 2018. Recordemos que más allá de números y proyecciones, hay rostros y vidas que esperan alivio.
Desde hace muchos años, la voluntad política y el sentido de compromiso con el país de varios grupos parlamentarios han servido para construir consensos amplios, en torno a nuestro principal instrumento de política económica.
Nuestra arquitectura fiscal responsable y mecanismos probados de administración de riesgos, hoy nos permiten mitigar los efectos y responder ante la presencia de desastres naturales.
No será la primera vez que el análisis del Paquete Económico exija ajustes para complementar esos mecanismos con recursos presupuestales. Lo hemos hecho desde Wilma y Stan, pasando por Jimena y Alex, Ingrid y Manuel; y hoy lo vemos necesario frente a las contingencias del mes de septiembre.
Siempre lo hemos logrado en unidad y respetando el principio de no legarle los costos de la reconstrucción a otras generaciones. Lo hemos hecho respetando los compromisos de consolidación y de responsabilidad fiscal. Hacerlo de forma distinta abonaría calamidades financieras a las naturales.
Es justo reconocer la labor que en este tema las diferentes fuerzas políticas, a través del diálogo y a lo largo del tiempo, han logrado.
Por cuanto a la Glosa se refiere, pese a las adversidades y a un entorno poco favorable, México crece. Es un crecimiento balanceado, resistente y cuyos beneficios llegan a un número mayor de mexicanos. México enfrentó en el pasado reciente un complejo entorno económico, que en algunos casos empieza a mejorar.
Esta coyuntura se ha caracterizado por: un abrupto descenso de los precios del petróleo, que se han recuperado paulatinamente; una reducción en nuestra producción petrolera, que se empieza a estabilizar; un débil crecimiento global, que comienza a repuntar; y un marco de incertidumbre, volatilidad y riesgos geopolíticos, que hoy tienen un espacio de diálogo institucional.
Pese a ello, nuestra economía acumula 30 trimestres consecutivos de crecimiento positivo. En la última década, nuestra economía ha logrado crecer 22 por ciento. Si consideramos el punto más bajo después de la crisis de 2008, hoy la economía es 29% más grande. La expectativa de crecimiento al cierre de 2017 es hoy más de 30% superior a lo que lo era a principios de año.
Este crecimiento tiene fundamentos sanos, además de ser balanceado e incluyente.
Tiene fundamentos sanos porque descansa en un vigoroso mercado interno que se refleja en un consumo privado y ventas al menudeo que crecen, apoyadas en más empleo, mejores salarios y un acceso a crédito en condiciones competitivas.
Hoy tenemos más empleos y con ello más familias con cobertura de nuestro sistema de seguridad social. En los últimos cinco años, se han creado 3 millones de empleos. Casi la mitad de los empleos creados en el siglo se han generado en estos últimos 5 años.
Estos empleos se ubican en sectores de mayor productividad, son cada vez más las mujeres que se incorporan al mercado laboral, y en todos los casos han implicado un crecimiento en los salarios promedio.
Nuestro crecimiento económico es balanceado porque son muchas las fuentes que lo alimentan. Al sólido desempeño del mercado interno se suma la recuperación de la demanda externa. En los primeros ocho meses de 2017, el monto de las exportaciones creció un 10.1 por ciento anual.
Hay varios elementos que acreditan la confianza en México. Se han materializado importantes montos de Inversión Extranjera Directa, y al amparo de las Reformas, se han comprometido ya sumas históricas. Las calificadoras de nuestra deuda se preservan altas y su perspectiva ahora es más estable.
Además de tener bases sanas y de ser balanceado, nuestro crecimiento económico ha generado mejores condiciones y espacios de inclusión. Partiendo de reconocer que un solo mexicano en pobreza extrema es inaceptable, hoy son 2.2 millones menos que al principio de la administración.
Son más los niños que van a la escuela, los adultos que concluyen sus estudios de primaria y secundaria, abriéndose así oportunidades en el mercado laboral. Son también más los mexicanos que tienen certeza de médico, medicina y hospital cuando les falta la salud. Igualmente, hay más mexicanos que tienen acceso a la vivienda, y más las viviendas que tienen acceso a servicios básicos.
El porcentaje de población con carencias sociales se encuentra en mínimos históricos. Hemos focalizado el gasto en los programas que han demostrado contribuir a la disminución de la pobreza. En 2015, 4 de cada 10 pesos del gasto social se destinaban a programas prioritarios; hoy la propuesta es asignarles 7 de cada 10 pesos.
La Reforma Hacendaria y los esfuerzos de la administración tributaria, fortalecieron y despetrolizaron nuestras finanzas públicas.
A principios de esta administración, de cada 100 pesos de ingresos públicos, casi 40 provenían del petróleo, hoy son solo 16. Casi 1 de cada 3 contribuyentes se incorporaron esta administración, son más de 18 millones de nuevos contribuyentes.
México es el país de la OCDE que más ha incrementado su recaudación tributaria como porcentaje del PIB desde el 2012. El porcentaje de deuda a ingresos tributarios es 20% inferior que hace 5 años.
La mejor administración tributaria permite facilitar el proceso de inscripción al padrón de contribuyentes, el pre llenado de las declaraciones anuales de las personas físicas y la posibilidad de elaborar la contabilidad a las pequeñas y medianas empresas.
El Paquete Económico aprobado el año pasado, refleja esta mejora en los ingresos tributarios y, aunado a un esfuerzo de contención del gasto, nos va a permitir por primera vez desde 2008, tener un superávit primario. Hay que recordar que esta meta habrá de alcanzarse aún sin incluir el Remanente de Operación del Banco de México.
Al final del año la deuda será de 48 por ciento del PIB, la primera vez en una década que la deuda como porcentaje del PIB se reduce.
Consistente con lo logrado en 2017, y en el ánimo de consolidarlo para el 2018, el Presidente Enrique Peña Nieto basó su propuesta del Paquete Económico en tres conceptos:
Primero, Estabilidad, concluyendo la trayectoria de consolidación fiscal que comprometió y se ha cumplido desde 2013. Esa trayectoria fiscal consistía en que el país tuviera un déficit de 2.5 por ciento del PIB al final de esta administración, y que tuviéramos una trayectoria de deuda decreciente que da estabilidad a la economía. Ello implica que los techos de endeudamiento tanto del Gobierno Federal, como de Petróleos Mexicanos y de la CFE serán los menores en la administración.
Certeza, el Paquete honra el Acuerdo de Certidumbre Tributaria, por lo que no se incluye ninguna modificación, ni ningún impuesto nuevo. La Ley de Ingresos recoge una estimación prudente del marco económico que da soporte a los ingresos que se obtendrán en 2018 con el régimen fiscal vigente.
Sensibilidad social, buscamos que los mexicanos encuentren en el Presupuesto de Egresos de la Federación, espacios y programas que garanticen el pleno ejercicio de sus derechos sociales, teniendo la certeza de que el gobierno estará ahí para acompañarlos.
En términos del Presupuesto, cabe destacar: los Programas Sociales prioritarios se mantienen en sus términos, no habrá un solo beneficiario de padrón se verá afectado; estamos vinculando el presupuesto con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la ONU; estamos incorporando un Anexo Transversal que permita dar seguimiento al Sistema Nacional Anticorrupción; estamos fortaleciendo los programas de seguridad nacional y pública; se mantiene el financiamiento de los proyectos estratégicos de infraestructura y seguimos impulsando alianzas con el sector privado para detonar inversión.
En síntesis, este es un Paquete responsable, diseñado para dar certeza y estabilidad a los mexicanos que se esfuerzan diariamente por sacar adelante a sus familias, y es una propuesta que habrá de permitir a esta administración entregar finanzas públicas sanas, sostenibles, estables y transparentes.
Nos tocará juntos, reiterando nuestro compromiso de diálogo y acompañamiento, que el Paquete ayude a recuperar esperanza y dar certeza a todos aquellos mexicanos que fueron afectados por los desastres naturales.
Agradezco señoras y señores legisladores la oportunidad de estar aquí y quedo atento a sus preguntas o requerimientos.