La zona arqueológica de Chichén Itzá se convirtió en el epicentro cultural de Yucatán durante el equinoccio de primavera, donde más de 11 mil visitantes presenciaron el impresionante descenso de Kukulcán en la pirámide de El Castillo. A las 16:29 horas, la serpiente sagrada emergió de la estructura ancestral, simbolizando el retorno de la vida y la renovación en el Mayab. El fenómeno arqueoastronómico, que representa el tránsito del dios hacia la tierra, dejó a los asistentes maravillados por su perfección y precisión.
El evento estuvo acompañado de actividades culturales organizadas por el Gobierno de Yucatán, a través del Patronato Cultur, que desplegó un operativo de seguridad para garantizar el orden durante la celebración. Ambulancias, paramédicos y personal de atención a visitantes estuvieron presentes, en coordinación con la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y otras dependencias federales y estatales. Gracias a estas medidas, se reportó saldo blanco en la jornada.
La atmósfera festiva incluyó presentaciones artísticas en el parador turístico, donde la jarana y la trova yucateca dieron la bienvenida a los visitantes. El Ballet Clásico del H. Ayuntamiento de Temozón, bajo la dirección de la maestra Lidiet Medina Aranda, ofreció un espectáculo que cautivó a los asistentes, interpretando melodías emblemáticas como «Flor de Azahar» y «Nicte Há». La fusión de danza y música local contribuyó a crear un ambiente inolvidable en el marco del fenómeno arqueoastronómico.
El equinoccio de primavera impulsó el turismo en Chichén Itzá, atrayendo a más de 50 mil personas en los últimos cinco días. El Gobierno de Yucatán, encabezado por el gobernador Joaquín Díaz Mena, reafirmó su compromiso con el acceso cultural al anunciar que los mexicanos podrán entrar gratis el domingo 23 de marzo, mientras que los yucatecos disfrutan de entrada libre a los sitios arqueológicos todo el año.
El descenso de Kukulcán seguirá manifestándose hasta mediados de abril, lo que permitirá que más visitantes sean testigos de este extraordinario fenómeno de luz y sombra. Mientras tanto, la magia de la cultura maya permanece viva en el corazón de Chichén Itzá, recordando a todos la grandeza de su legado ancestral.
