La expansión de proyectos de energías renovables en territorios indígenas representa una oportunidad histórica para consolidar una transición energética justa, equitativa e inclusiva, reconociendo el papel de los pueblos originarios como actores clave en la gestión ambiental. Su conocimiento ancestral y profundo vínculo con la biodiversidad los coloca en el centro de cualquier estrategia sostenible.
Las comunidades indígenas administran aproximadamente el 25% de la tierra del planeta, áreas que concentran una gran parte de la biodiversidad global, así como importantes reservas de carbono en suelos y bosques. Esta relación armoniosa con la naturaleza convierte a los pueblos indígenas en aliados estratégicos para enfrentar el cambio climático y avanzar hacia modelos de desarrollo sustentables.
Durante la edición 19 de la cumbre del G20 en Brasil y la COP16 en Colombia, se reconocieron las contribuciones de los pueblos indígenas a la conservación ambiental. Una de las conclusiones clave fue la necesidad de incluir a estas comunidades en los proyectos de energías renovables como titulares de derechos, líderes y socios, bajo esquemas de consentimiento libre, previo e informado.
Casos como el proyecto geotérmico Tauhara North II en Nueva Zelanda y Terra en la Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia, muestran que los modelos de copropiedad con participación indígena pueden traducirse en beneficios amplios para las comunidades. En estos proyectos se han respetado los valores culturales, generado ingresos directos y reducido costos mediante el conocimiento local. En el caso colombiano, incluso se transfirieron los activos solares a la comunidad después de 25 años.
En México, la nueva administración federal encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha manifestado su intención de reconocer la esencia y los derechos de los pueblos originarios en el marco de una política de justicia energética. Integrarlos en el diseño e implementación de estrategias climáticas no solo garantiza respeto a sus territorios, sino que también enriquece los proyectos con soluciones adaptadas y culturalmente pertinentes, fortaleciendo el impacto de la transición energética.
