Luego de que Donald Trump, tomara posesión como presidente de Estados Unidos, el secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade, dijo que se trabajará en unidad con los países que conforman el Tratado Libre de Comercio de América del Norte (TLCAN) para velar por los intereses del país.
“El comercio no es un juego de suma cero, el comercio es una estrategia que genera riqueza para los que en él participan, y esta riqueza al final debe redundar en beneficio de los tres países y de los trabajadores de los tres países”, expuso en entrevista radiofónica.
Comentó que, el presidente Enrique Peña Nieto junto con el canciller Luis Videgaray y el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, tendrán una reunión con miembros del equipo del presidente Trump, para hablar sobre posibles renegociaciones del TLCAN.
“La relación que tenemos entre los tres países hace pensar que la negociación se podrá lograr encontrando bondades y beneficios de prosperidad para los tres, que es justamente la gran ventaja del comercio”.
Recordó que, cuando se firmó el TLCAN, en 1994, durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, se hizo con la convicción de que el comercio genera riqueza, bienestar para quien compra y para quien vende, y que se pueden adaptar o generar cadenas de valor para mejorar la competitividad de un país y que aportan elementos a una región.
“En ese ganar-ganar, en ese encontrar equilibrios en donde México, Estados Unidos y Canadá prosperen más juntos, con un marco que nos permita comerciar y hacer más grande el tamaño de nuestras respectivas economías, eso redunda en beneficio de los trabajadores”.
“Estamos convencidos de que después de 22 años habrá espacio en la buena fe, en la convicción y en la defensa de los intereses de cada uno de los tres países, de encontrar arreglos en donde los trabajadores mexicanos, los estadounidenses y los canadienses estén mejor”.
Refirió que, Canadá es el primer mercado para Estados Unidos, México el segundo, por lo que mantener las relaciones comerciales es fundamental para cada una de las naciones.
“Una vez sentados en la mesa, podamos juntos los tres países ir mandando señales de que estamos trabajando con pasos firmes, con una negociación que sea en beneficio de los tres países y de la región”.