Ataviado con uniforme azul marino de manga corta, sin esposas, tranquilo e inexpresivo Joaquín El Chapo Guzmán, atendió durante 40 minutos una audiencia en la corte federal de Brooklyn, Estados Unidos, a la que acudió su esposa Emma Coronel, con quien apenas cruzó miradas pues un juez le negó permiso para visitarlo en la cárcel.
La exreina de belleza de 27 años, madre de mellizas hijas del exlíder del cártel de Sinaloa, vestía de negro y llevaba un pañuelo amarillo al cuello.
Concluida la audiencia se fue sin hacer declaraciones ante los más de 100 periodistas que acudieron a la audiencia realizada bajo medidas de seguridad extremas, con guardias de chaleco antibala y rifles en la puerta de la corte y dos retenes de seguridad antes de la entrada a la sala.
Sin embargo los abogados de oficio del capo, extraditado de México a Estados Unidos el 19 de enero y acusado de 17 cargos que pueden condenarlo a cadena perpetua, informaron que pidieron al juez Brian Cogan permiso para que Coronel pueda visitarlo en el Centro Correccional Metropolitano ubicado a 3 km de la corte.
“Pedimos permiso para que la señora Guzmán, que está presente hoy en la corte, pueda visitarlo o llamarlo por teléfono. Hasta ahora no se le permite visitarlo”, dijo al juez Michelle Gelernt, una de las abogadas de oficio de El Chapo.
Cogan contestó que la decisión corresponde a las autoridades carcelarias, que ya han negado a Coronel el derecho de visita, y defendió las medidas extremas de seguridad para El Chapo, quien ha escapado dos veces de prisiones de máxima seguridad en México.
“Voy a dejar esta decisión a las autoridades de la prisión. Este es un caso inusual. Obviamente están tomando medidas extras de seguridad”, explicó el juez.
Lo que sí autorizó Cogan fue el pedido de la defensa del capo sinaloense para acceder a sus documentos de extradición en México, que son públicos pero cuyo acceso negaban los fiscales estadounidenses.
Asimismo, designó a Matthew Fishbein, un abogado privado, para que visite a El Chapo en la cárcel. Fishbein tendrá la encomienda de explicar al capo que sus abogados de oficio pueden tener un potencial conflicto de interés al defenderlo pues su oficina se ha relacionado en el pasado con un puñado de posibles testigos en su juicio.
Finalmente el juez fijó la próxima audiencia en 90 días, en torno al 5 de mayo próximo.