El 18 de marzo de 1938, el presidente Lázaro Cárdenas del Río anunció la Expropiación Petrolera, marcando un hito en la historia de México y consolidando a Petróleos Mexicanos (Pemex) como un pilar fundamental para el desarrollo económico, social y tecnológico del país. Desde entonces, Pemex ha sido una institución clave en la construcción de infraestructura, el impulso a la educación y la innovación científica, contribuyendo a la localización, extracción y transformación de hidrocarburos, elementos esenciales para el crecimiento de la nación.
Pemex: un nuevo capítulo en la historia energética de México
Con la reforma constitucional de noviembre de 2024, Pemex reafirma su identidad como una empresa de las y los mexicanos, retomando su papel estratégico en la soberanía energética del país. Esta transformación también abre la puerta a nuevos retos, como la transición hacia energías más limpias y sostenibles, en un esfuerzo por reducir su huella de carbono y contribuir a la lucha contra el cambio climático. En esta nueva etapa, la empresa busca consolidarse como un actor clave en la exploración y el desarrollo de tecnologías energéticas más eficientes, que permitan garantizar el abastecimiento de energía sin comprometer el equilibrio ambiental.
Un legado que impulsa el futuro
Conmemorar los 87 años de la Expropiación Petrolera es reconocer el papel que Pemex ha jugado en la construcción del México moderno, pero también representa una oportunidad para reflexionar sobre el futuro del sector energético y el papel de la empresa en los próximos años. Más que un símbolo de la soberanía nacional, Pemex sigue siendo un motor de desarrollo y bienestar para las y los mexicanos, con una visión de crecimiento y adaptación a los nuevos tiempos.
¡Viva Pemex! ¡Viva México!
