Con el objetivo de fortalecer la resolución pacífica de conflictos mediante herramientas científicas, el Poder Judicial del Estado de Chiapas realizó la conferencia “Cerebro y Conflicto: Claves desde la Neurociencia para una Mediación Efectiva”, impartida por la especialista Mari Luz Sánchez García – Arista. La actividad tuvo como sede el Auditorio Don Enrique Robles Domínguez y reunió a figuras clave del ámbito jurídico estatal.
Durante la apertura del evento, la directora general del Centro Estatal de Justicia Alternativa (CEJA), Elisheba Goldhaber Pasillas, destacó la importancia de generar espacios que combinen ciencia y justicia, a fin de robustecer las habilidades del personal judicial. En ese sentido, reconoció el compromiso del magistrado presidente Juan Carlos Moreno Guillén con la capacitación constante y la promoción de la Justicia Alternativa como vía eficaz para gestionar conflictos.
Goldhaber Pasillas también agradeció la participación de la ponente, al tiempo que subrayó la relevancia de su trayectoria y sus contribuciones al campo de la neurociencia y la mediación. Señaló que los conocimientos compartidos durante esta jornada representan una herramienta valiosa para la familia judicial y para la ciudadanía, al promover una cultura de paz y entendimiento.
Por su parte, Mari Luz Sánchez García – Arista, reconocida entre los 10 mediadores y mediadoras más influyentes de Hispanoamérica, expuso cómo los conflictos pueden ser abordados desde el funcionamiento del cerebro humano. Agradeció al Poder Judicial por la invitación y por abrir espacios que integran la ciencia en los procesos de resolución de controversias.
El evento contó con la presencia de representantes del ámbito judicial, notarial y académico, entre ellos la magistrada presidenta del Tribunal Electoral del Estado de Chiapas, Magali Anabel Arellano Córdova; el fiscal de Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias, Gabriel Isaac Sarmiento Robles; y la presidenta del Consejo Estatal de Notarios, Rosario Chacón Sánchez. Esta iniciativa reafirma el compromiso del Poder Judicial con una justicia moderna, empática y basada en los derechos humanos.
