México presentó su Décimo Informe Periódico ante el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW), destacando avances históricos en igualdad sustantiva, paridad política y combate a las violencias contra las mujeres, en el marco de un gobierno encabezado por la primera presidenta del país, Claudia Sheinbaum Pardo.
Durante la comparecencia del 17 y 18 de junio, la senadora Martha Lucía Micher Camarena, integrante de la delegación mexicana, subrayó que el Estado ha construido un sólido andamiaje legal y normativo que fortalece los derechos de las mujeres en toda su diversidad. Entre los logros expuestos, resaltó la reforma constitucional de 2019 conocida como “Paridad en todo”, que garantiza la participación igualitaria de mujeres y hombres en cargos públicos a todos los niveles.
También informó sobre la reforma constitucional de noviembre de 2024, que obliga al Estado mexicano a incorporar la perspectiva de género de forma transversal en todas sus políticas públicas, asegurando así la igualdad sustantiva como eje rector del gobierno.
La delegación mexicana —conformada por representantes del Ejecutivo, Legislativo y Judicial— respondió cada una de las preguntas planteadas por las expertas del Comité, recibiendo reconocimiento por su compromiso con la Convención, ratificada por México desde 1981. Durante la sesión, se presentaron datos sobre la modificación de leyes clave como la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la Ley Federal del Trabajo, entre otras.
Martha Lucía Micher expresó que el trabajo legislativo mexicano “se inscribe en una política exterior feminista con enfoque social” y que las acciones del Senado han sido fundamentales para fortalecer este compromiso internacional.
Por su parte, Citlalli Hernández Mora, secretaria de las Mujeres y quien encabezó la delegación, presentó las políticas públicas en bienestar, combate al feminicidio, y las garantías de participación política. La delegación reiteró que la paridad en México ya no es una cuota, sino un derecho consolidado, e hizo un reconocimiento al papel fundamental del movimiento feminista y la sociedad civil en los avances logrados.
Este ejercicio de rendición de cuentas marca un hito para México, al presentarse como un país que impulsa una política feminista de Estado, centrada en la justicia social y la transformación profunda del marco normativo, institucional y cultural en favor de la vida digna de las mujeres, en especial de las más vulnerables.
