Starbucks contratará 10.000 refugiados en los próximos cinco años, en respuesta a la orden del presidente Donald Trump de suspender indefinidamente la recepción de personas desplazadas de Siria y prohibir temporalmente el ingreso de nacionales de otros seis países de mayoría musulmana.
Howard Schultz, presidente y director general de la cadena de cafeterías, afirmó el domingo en una carta dirigida a los empleados que el plan abarcará todos los Starbucks en el mundo y que la medida podría comenzar en Estados Unidos, donde se dará preferencia a la contratación de inmigrantes “que han prestado servicios para los efectivos estadounidenses como intérpretes y personal de apoyo”.
Schultz, partidario de Hillary Clinton durante la contienda presidencial, ha censurado otras políticas de Trump, como la relacionada con la inmigración, la revocación de la ley de salud del anterior presidente Barack Obama y la reestructuración del tratado de libre comercio con México.
El ejecutivo afirmó en la carta que Starbucks podría contribuir al apoyo de los cultivadores de café en México, proveer seguro médico a trabajadores con ese derecho en Estados Unidos si la ley de salud es revocada y apoyar un programa pro inmigrantes del gobierno de Obama que permite a jóvenes que llegaron al país siendo niños solicitar permisos de trabajo y que se les ampare de la deportación durante dos años.
La medida refleja las dificultades cada vez mayores que los negocios afrontan por las decisiones del gobierno de Trump. El nuevo presidente se ha reunido con los directores generales de Ford, General Motors y Boeing, a quienes pidió crear puestos de trabajo en Estados Unidos, y pregona cada anuncio sobre nuevos empleos como un triunfo propio aun si estaban planeados desde antes de su victoria presidencial.
Sin embargo, no todos los líderes empresariales están de acuerdo con Trump.