La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, sostuvo un encuentro con los alcaldes de San Antonio, Ron Niremberg; de Brownsville, John Cowen; y de Laredo, Víctor Treviño, con el objetivo de fortalecer las estrategias locales en materia de movilidad humana y garantizar el respeto a los derechos de las personas migrantes. La reunión se desarrolló en el marco del Consejo de Alcaldes sobre Migración (Mayors Migration Council, MMC).
Brugada subrayó que la Ciudad de México se define como una “ciudad de derechos y libertades”, donde se ha implementado una estrategia de hospitalidad que reconoce a las personas migrantes como sujetos de derechos sociales, de acuerdo con la Constitución local. Informó que, en siete meses, se redujo de 3,000 a 450 el número de personas en movilidad que dormían en las calles, gracias a un esfuerzo interinstitucional para brindar alojamiento y asistencia integral.
La mandataria capitalina resaltó que, alineados con la política nacional encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum, se busca impulsar una atención humanitaria, con especial énfasis en la dignidad, el acceso a la educación, el empleo y la integración social. “Así como exigimos trato justo a nuestros migrantes en el extranjero, también tenemos la obligación de garantizar condiciones dignas aquí”, expresó.
Por su parte, los alcaldes texanos compartieron experiencias de acogida e integración económica, al tiempo que reconocieron el modelo de la Ciudad de México como un ejemplo regional. Ron Niremberg destacó que las políticas locales en Estados Unidos muchas veces son ignoradas en los debates federales, por lo que hizo un llamado a “unificar la voz de las ciudades” para incidir en una modernización de las políticas migratorias.
En la reunión participaron también el secretario de Gobierno de la CDMX, César Cravioto; el coordinador general de Atención a la Movilidad Humana, Temístocles Villanueva; la coordinadora de Asuntos Internacionales, Rocío Lombera; y representantes del MMC. Coincidieron en que los gobiernos locales están llamados a asumir un rol protagónico en la defensa de los derechos humanos de las personas en movilidad.

