La disputa entre el grupo criminal autodenominado Zetas Vieja Escuela y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), tiene a Veracruz hundido en su peor crisis de violencia desde 2012.
En agosto de 2016, Zetas Vieja Escuela emitió un comunicado en el que anunció su llegada a Veracruz para disputar las plazas y rutas de tráfico de droga que antes pelearon Los Zetas y el CJNG.
Dicha advertencia coincide con el incremento en el número de homicidios dolosos registrados en esa entidad, que en 2016 tuvieron un alza de 123% con relación a 2015, al pasar de 565 a mil 258.
La cifra de 2016, último año de gobierno de Javier Duarte, es, además, 30% mayor a la de 2012, que era el año más violento en la historia de Veracruz.
“El principal problema de seguridad en Veracruz y el repunte de la violencia se debe a conflictos internos entre grupos del crimen organizado”, afirma un informe de la PGR sobre la evolución del narcotráfico en México.
El estudio, realizado a finales de 2016, destaca que la violencia se debe principalmente a pugnas entre Los Zetas y CJNG, pero advierte de un elemento nuevo: la presencia de los Zetas Vieja Escuela.
Dicho grupo, integrado por los fundadores de Los Zetas aún libres, aliados con el Cártel del Golfo, disputan el estado al CJNG.
Zetas Vieja Escuela tiene presencia en todo Veracruz y disputan a otros grupos plazas en Tamaulipas, entre ellas las zonas fronterizas con Estados Unidos.
El reporte de la PGR asegura que la disputa –que se refleja con la constante aparición de ejecutados con narcomensajes–, colocó a Veracruz, en 2016, como la segunda entidad más violenta del país.
Agrega que los municipios considerados como focos rojos por este enfrentamiento son Coatzacoalcos y Poza Rica, así como el Puerto de Veracruz y su zona conurbada, que incluye a Boca del Río.
De hecho, los Zetas Vieja Escuela, al hacer su aparición en agosto, advirtieron de su presencia en Veracruz, Córdoba, Orizaba, Xalapa, y Coatzacoalcos. También han colocado mantas en Catemaco.
Cifras oficiales y reportes periodísticos documentan que en lo que va de 2017 son casi 200 los homicidios dolosos en Veracruz, incluyendo 11 cuerpos hallados el martes pasado en Boca del Río.
Miguel Ángel Yunes, gobernador de Veracruz, calificó esta masacre como “un acto de barbarie” que impacta a todos los veracruzanos y preocupa al gobierno, que ya coordina acciones con la Federación.
Se trata de un hecho similar a lo ocurrido el 20 de septiembre de 2011, cuando 35 cuerpos de presuntos Zetas fueron arrojados en Boca del Río.
“Hay un proceso muy fuerte de ejecuciones en Veracruz, es una lucha entre bandas de delincuentes organizados, como lo dice el propio cartel que dejaron”, dijo Yunes en entrevista con Oliva Radio Noticias, radiodifusora de Xalapa.
En este contexto, Veracruz también es una de las entidades con mayor número de personas desaparecidas, con 663 en 2014, de los cuales 184 casos son investigados por autoridades federales y 479 por autoridades estatales.
A esta cifra se suma la desaparición de tres elementos de la Marina-Armada de México, del área de inteligencia, que fueron levantados a finales de enero en la colonia Infonavit Buenavista, del puerto de Veracruz, y cuyo paradero se desconoce a la fecha.