n el marco del Día Naranja, se hizo un llamado a la ciudadanía para reconocer y romper el ciclo de violencia que puede manifestarse en la vida cotidiana, reafirmando el compromiso con la igualdad de género y la erradicación de cualquier tipo de agresión. Se recordó la importancia de identificar las fases de la violencia: la tensión, la explosión de violencia y la denominada “luna de miel”, etapas que no deben normalizarse bajo ninguna circunstancia y que requieren atención inmediata para prevenir daños mayores.
El mensaje dirigido a las víctimas fue claro: no están solas. Se exhorta a denunciar cualquier situación de violencia y a buscar apoyo en las instancias correspondientes, reiterando que cortar el ciclo es fundamental para recuperar la dignidad y el bienestar.
La conmemoración del Día Naranja forma parte de los esfuerzos continuos por construir una sociedad más justa, equitativa y segura, en la que la voluntad para transformar se traduzca en acciones reales que protejan y promuevan los derechos humanos.
Estas acciones fortalecen la lucha por un entorno libre de violencia, en el que la igualdad de género y el respeto mutuo sean valores fundamentales para el desarrollo social.
